
Este viernes 22 de diciembre a las 11.30 horas ha
tenido lugar un acto institucional en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de
Sagunto en el que se ha hecho un reconocimiento a las víctimas civiles de los
bombardeos que se produjeron sobre Sagunto en 1937. En este acto se ha
proyectado de nuevo el
documental La mort ve del cel, coordinado por Juan Francisco Gómez y producido por el
Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento de Sagunto. https://www.youtube.com/watch?v=2ea-aVdsR9g&t=2s
Este viernes se cumplen 80 años de aquel 22 de diciembre en el que se
produjo el bombardeo que provocó el mayor número de víctimas. Estas jornadas,
que ya comenzaron el pasado 10 de diciembre con un recorrido por la ciudad y la
proyección del documental La mort ve del cel, conmemoran
los tristes hechos ocurridos en Sagunto y Puerto de Sagunto con los bombardeos
sobre la población civil, las infraestructuras, las instalaciones portuarias y
la fábrica, en los que se produjeron un total de 34 muertes y un importante
número de heridos, así como notables daños sobre la ciudad.
El alcalde de Sagunto, Quico Fernández, ha descrito el acto de hoy como “especialmente emotivo, porque en mayor o
menor medida todos tenemos consciencia y memoria, y nos acompañan personas que
sufrieron directamente el bombardeo y la guerra”.
“Nosotros somos un gobierno de
Sagunto que está intentando cumplir al pie de la letra la Ley de Memoria
Histórica por lo que supone a la rotulación de calles y la eliminación de
símbolos fascistas”, ha dicho Fernández. “La memoria ha de ser un acto de justicia, y más que de justicia, de
dignidad. La justicia no significa venganza, sino simplemente reconocimiento de
aquellos valores que son la base de la democracia”.

El equipo técnico que ha elaborado el documental con el alcalde de Sagunto
El secretario autonómico de Justicia, Ferran Puchades, ha recordado que hace
10 días entró en vigor la Ley de Memoria Democrática y para la Convivencia de
la Comunidad Valenciana, aprobada por las Corts hace un mes y medio. “Desde el gobierno valenciano queremos decir
que no es una ley de venganza, no es una ley para ajustar cuentas, es una ley
para que todo el conjunto de la sociedad valenciana pueda recuperar lo que ha
sido nuestra historia durante las pasadas décadas”, ha declarado Puchades.
El secretario autonómico de Justicia ha dicho que los actos de homenaje
como los realizados en Sagunto son “importantísimos,
fundamentales para conseguir la reparación de la memoria de las víctimas, de
sus familiares y para recordar que sin memoria no puede haber reconciliación”.
Tras el acto institucional, a las 13 h se ha inaugurado la calle en honor a la batería
antiaérea Gottwald (situada cerca de la rotonda de las vagonetas en Puerto de
Sagunto). El Ejército Popular de la República (E.P.R.) intentó por todos los
medios ofrecer seguridad a instalaciones necesarias para el esfuerzo bélico y logístico.
Para tal fin se construyeron tres emplazamientos de artillería de costa, no terminado
uno de ellos, dos campos de aviación, uno secundario en Almardá y otro primario
en el Grau Vell, además de emplazar la batería fija número 31 de la Defensa
Especial contra Aeronaves (D.E.C.A) y la brigada Klement “Gottwald” constituida
por voluntarios de nacionalidad checa y alemana.

En el
acto de hoy, se ha presentado una réplica de la bandera que los obreros de la
Compañía Siderúrgica del Mediterráneo entregaron a la batería antiaérea
internacional “Gottwald” que el escritor, historiador y profesor José Manuel
Palomar ha donado al Ayuntamiento de Sagunto.
Este año se conmemoran los 80
años del inicio de los bombardeos italianos
sobre Valencia y otras poblaciones del litoral de la Comunidad Valenciana,
entre las que está el municipio de Sagunto. Valencia, entonces capital de la
República y por lo tanto sede del gobierno estatal, sufrió el primer gran
bombardeo naval la noche del 14 de febrero de 1937. Fue un hecho histórico
novedoso en Europa, puesto que la aviación y marina italianas bombardearon
ciudades y pueblos que nunca constituyeron un objetivo militar; fueron
bombardeos a la población civil.
Valencia
y todo el litoral levantino fue objeto de una agresión continuada sin
declaración de guerra, que ya no cesó hasta el final del conflicto, y después
se reprodujo con el bombardeo de ciudades y poblaciones en la II Guerra
Mundial. Centenares de poblaciones valencianas sufrieron aquellos ataques cuyas
víctimas parecen haber sido olvidadas; no fueron soldados caídos en combate ni
fusilados en represiones posteriores, sino víctimas por estar en territorio
leal al régimen legítimo.